Por Bill Scott, ex director de escuela de primaria en Marietta, GA
En nuestra sociedad, no es poco común que algunas familias se reubiquen varias veces a lo largo de la carrera estudiantil de un niño. Este fue el caso de Jimmy, quien se cambió de una escuela del centro de la Costa Oeste a la nuestra. Jimmy había estado expuesto a pandillas, tiroteos y violencia escolar. Él estaba siguiendo los modelos de comportamiento a los que estaba expuesto y gran parte de su comportamiento era rebelde y no productivo. No había aprendido a disfrutar del aprendizaje y lo habían referido a un especialista de educación especial porque su nivel de lectura estaba dos años por debajo del nivel que cursaba.
1. Transición a un entorno con Disciplina Positiva
El padre de Jimmy sabía que su hijo no tenía un problema de aprendizaje. Estaba muy preocupado porque creía que los niños no pueden aprender, a menos que se sientan cómodos y seguros en la escuela. Esta fue una de las razones principales por las que la familia se trasladó al otro lado del país, para instalarse en una comunidad suburbana de Atlanta.
Jimmy, de quinto grado, y su hermana de primero, estaban preocupados por mudarse a un estado, una comunidad y una escuela desconocidos. Todo en este nuevo lugar era diferente, desde el clima hasta el dialecto distintivo y el cambio de zona horaria. Jimmy no estaba preparado para su nuevo entorno educativo, en el que los niños de su clase decían "por favor" y "gracias", y se apoyaban mutuamente de forma respetuosa. Celebraban reuniones de clase a diario y aprendían a resolver sus propios problemas o a ayudarse mutuamente a resolverlos sin pelearse. Incluso se daban reconocimientos unos a otros. Esto era muy extraño para Jimmy. Como estaba acostumbrado a las agresiones, los insultos y los enfrentamientos decidió desafiar este nuevo sistema.
2. Identificando la creencia detrás del comportamiento
No pasó mucho tiempo antes de que el consejero escolar y el director llegaran a conocer a Jimmy bastante bien. Era el tema de muchas discusiones mientras el personal de la escuela pensaba en formas de alentarlo. Se lo podía haber etiquetado de "malo" o de tener un trastorno del comportamiento. Sin embargo, el personal y los alumnos habían aprendido a principios de año que un alumno mal comportado, es un alumno desalentado. También habían aprendido el poder que tienen los estudiantes para ayudarse mutuamente a través de las reuniones de clase de Disciplina Positiva. Sabían que el comportamiento de Jimmy sería una verdadera prueba de la eficacia de la Disciplina Positiva, ya que comenzaron a trabajar en algunos de sus problemas a través de las reuniones de clase.
3. Los comportamientos desafiantes son oportunidades de aprendizaje
Jimmy estuvo involucrado en varias peleas. El profesor escribió "Peleas" en la agenda de la reunión de clase y pidió voluntarios para representarla (indicándoles que podían actuar como estrellas de cine y simular una pelea sin hacerse daño). Después de la representación, se invitó a los "actores" a compartir sus pensamientos y sentimientos mientras se peleaban y a compartir las decisiones que tomaban sobre su comportamiento a futuro. Posterior a esto, siguió una discusión amena.
Los alumnos decidieron que era importante utilizar las palabras en lugar de los puños y buscar soluciones en lugar de culparse. También decidieron darse aliento y hacer recordatorios para buscar soluciones respetuosas que ayuden a todos a mejorar.
¡Una nueva experiencia para Jimmy! Estaba acostumbrado a que la gente se uniera para hacer daño a los demás, no para ayudarlos. Su comportamiento mejoró durante unos días, pero no había terminado de probar este extraño sistema.
El siguiente reto fue su resistencia a participar adecuadamente en las actividades grupales de aprendizaje cooperativo. Distraía continuamente a los demás, hablando y jugando en lugar de hacer su parte. Los miembros del grupo le pidieron que cooperara, pero no tuvieron éxito hasta que se planteó este reto en una reunión de clase. Después de escuchar a los alumnos hablar de forma respetuosa, de sus sentimientos sobre su comportamiento, Jimmy se disculpó. Dijo que no se había dado cuenta de lo mucho que esto le molestaba a su grupo. Su comportamiento mejoró en este aspecto y Jimmy empezó a experimentar el placer de la cooperación.
4. Fomentar las mejoras mediante el reconocimiento de los logros
Otro problema era que Jimmy hacía comentarios ofensivos y se burlaba de otros alumnos cuando cometían un error mientras jugaban con la pelota. Alguien puso el problema en la agenda de las reuniones de clase y los alumnos le dijeron que esos comentarios herían sus sentimientos y hacían que no quisieran jugar con él. Le hicieron sugerencias de qué podría decir para alentar a los otros en su lugar. Jimmy aceptó probar esta nueva habilidad y eventualmente su comportamiento ofensivo se detuvo. Después, empezó a recibir reconocimientos por su buen comportamiento deportivo.
Al utilizar los principios de la Disciplina Positiva y las reuniones de clase todos descubrieron que Jimmy era como cualquier otro niño de once años. Se reía cuando las cosas eran divertidas, se enfadaba cuando las cosas no salían como él quería y se alegraba cuando experimentaba el éxito. Lo más importante es que Jimmy aprendió que podía cambiar su comportamiento cuando se le enseñaban nuevas habilidades y se le daba la oportunidad de practicarlas en un entorno alentador.
5. La amabilidad y la firmeza tienen un impacto beneficioso en el entorno escolar
El personal de la escuela estaba muy satisfecho con el tremendo impacto de la Disciplina Positiva, porque habían probado y fracasado con otros programas de disciplina. Jimmy fue escuchado, ayudado y ahora es mucho más feliz. Han pasado dos años y seguimos escuchando cosas maravillosas sobre el liderazgo y el éxito académico de Jimmy en su escuela secundaria. Ya no está atrasado en la lectura.
Una vez escuché a un amigo hablar de la "Ley de la granja". Si se planta maíz hoy, no se recoge mañana; hay que nutrirlo con agua, fertilización, quitando la maleza y luz solar. Aunque no todos los días de Jimmy fueron maravillosos en nuestra escuela, las semillas del éxito fueron sembradas y cuidadas. Jimmy no es perfecto, pero ¿quién lo es? Como dijo Rudolf Dreikurs, "No trabajes por la perfección. Trabaja para mejorar". Hemos logrado muchas mejoras en Rocky Mount Elementary School a través de la Disciplina Positiva, no sólo con Jimmy, sino con todos nuestros estudiantes y personal de la escuela.
El rendimiento suele bajar cuando se practican nuevas habilidades por primera vez. Cuando esto sucede, suele haber un deseo de volver a las viejas costumbres, especialmente cuando se busca una solución rápida. Aprender nuevas habilidades lleva tiempo. Los errores son realmente oportunidades maravillosas para aprender; cuando recordamos esto, no nos desanimamos mientras esperamos los resultados a largo plazo (la cosecha) del aprendizaje y la práctica de nuevas habilidades.