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4 razones por las que los niños y adolescentes no cumplen los acuerdos

08 Jan 2021 2:50 PM | Positive Discipline Association

Por: Angélica Joya, entrenadora certificada de Disciplina Positiva. 

Tanto si eres madre, padre o educador seguro que alguna vez has hecho algún acuerdo con niños y adolescentes y quizás, muy probablemente te has sentido indignado o enfadado al ver que ellos muchas veces no cumplen lo pactado. Hoy te voy a contar 4 razones por las cuales los niños y adolescente no cumplen los acuerdos.

1.  No ha habido un acuerdo realmente

Muchas veces crees  que has hecho un acuerdo con ellos cuando en realidad lo que ha pasado es que los niños y adolescentes han dicho «si» a una petición que tu habías hecho o simplemente han aceptado algo porque sabían  que era lo que querías escuchar y no porque realmente estuvieran de acuerdo.

Por ejemplo, le decimos a un niño que está encendiendo la T.V.  o la tablet «Ahora ves la tele o juegas pero en 10 minutos la apagas ¿ok?». A lo que el niño responde, a veces incluso si escuchar, «si».  Luego es el momento de apagar y el niño no cumple. Pero si nos fijamos bien; ¿Fue eso realmente un acuerdo? .

2.  No hacemos seguimiento o lo hacemos desde la crítica, sermón, amenazas o ruegos.

Supongamos que hacemos un acuerdo en toda regla y  llega el momento de apagar la tele o de hacer los deberes y ¡ÉL SIGUE SIN CUMPLIR !!! .  »¿Será posible? ¡Me toma el pelo!» piensas mientras que sientes como «la vena» te  va creciendo exponencialmente  e intentas contener el impulso primitivo de «comérterlo» pero no precisamente a besos.

El hecho de que hagamos un acuerdo no hace milagros, tus hijos seguirán teniendo las mismas prioridades de siempre (y no son precisamente hacer los deberes, limpiar su habitación  o apagar la tablet). El líder de la educación eres tú y por eso eres el encargado de dar seguimiento a ese acuerdo.

No puedes pretender que por el hecho de involucrarlo, el niño apague la tele sin mas y además te diga «gracias mami por este rato de esparcimiento y entender que prefiero ver la tele antes que hacer los deberes».

¡NOOOOO!. Un niño o jovén de este planeta quizas se despite de más en la pantalla o espere a que seas tú quien se olvide para poder seguir haciendo lo que realmente le apetece, ESO ES LO ESPERADO PARA SU EDAD.

Es el adulto quien debe hacer seguimiento del acuerdo y no tomarse como algo personal el hecho de que sus hijo o alumnos no salte como un resorte en cuanto sea la hora de cumplir lo acordado.  Si tomas su comportamiento como algo personal lo único que lograrás es entrar en la dinámica de las amenazas, criticas y ruegos. Conseguirás  alejarte de tu hijo o alumno y comprar papeletas para que la situación acabe mal.

¿Y que debo hacer entonces? ¿Cómo puedo hacer seguimiento a los acuerdos?

En esto Jane Nelsen en su libro "Cómo educar con firmeza y cariño" lo deja muy claro:  Menos palabras  y mas acción.

  •  Haz comentarios simples y concisos: «He notado que tú… ¿Podrías por favor hacerlo ahora?» (manteniendo la empatía con sus sentimientos).
  •  Como respuesta a objeciones, pregunta: «¿Cuál era nuestro acuerdo?».
  • Como respuesta a más objeciones, cierra la boca y usa comunicación no- verbal: señala el reloj, sonríe, haz un contacto físico cariñoso, da un abrazo y vuelve a señalar el reloj o algo que recuerde el acuerdo (el libro, el mando de la t.v, el acuerdo por escrito si es el caso).
  •  Cuando el niño/adolescente ha accedido a cumplir el acuerdo (obviamente muchas veces molesto por ello) diga: Gracias por respetar nuestro acuerdo y olvídate de todo lo demás. Nada de «casi que no», «siempre tengo que ser yo quien te lo recuerde», «así no se habla» etc.

3. Nos estamos centrando más en el resultado que en el proceso en si mismo. 

El proceso de involucrar a nuestro hijos en la búsqueda de soluciones y acuerdos importa más que el resultado.

Esta claro que cuando hacemos un acuerdo queremos solucionar o prevenir una situación conflictiva.  Sin embargo, mantener el foco únicamente en el comportamiento que queremos evitar nos hace desconectar de nuestro hijo o alumno.

El proceso de llegar a acuerdos, debe ser un proceso que nos haga sentir a todos escuchados y anime a los más jóvenes a razonar, planear y participar de la resolución de algo. Lo más importante es que se den cuenta de que sus necesidades, sentimientos e ideas son muy importantes para nosotros.

Si nos centramos en ello, el acuerdo ya será beneficioso en sí mismo, tanto si se cumple o no en su totalidad.

Si escuchamos realmente seguramente podremos identificar cual es la causa de que nuestro hijo o alumno se este comportando de esta manera y podremos hacer mucho mas que un acuerdo para ayudarle .

Por ejemplo: Acordar un tiempo de pantalla es útil, sin embargo explorar los motivos subyacentes que explican porque la pantalla se ha convertido en algo tan importante en la vida de tu hijo es también muy importante y nos permitirá encontrar una alternativa útil para todos.

Como dice Alfie Kohn

A veces, la mejor alternativa al blanco y negro no es el gris, sino, por ejemplo, el naranja. 

4. No están acostumbrados a hacer acuerdos o a que se les tenga en cuenta. 

Muchas veces pecamos de compartir muy poco la autoridad de la toma de decisiones. No me malinterpretes, no pretendo que negocies absolutamente todo en casa o en el aula, solo digo que  es importante que los niños y adolescentes tengan claro qué aspectos son negociables y cuáles no.

Cuando ellos tienen claro que serán escuchados y podrán opinar en los casos que les parece importante intervenir  sienten menos necesidad de cuestionar cada decisión que se toma (incluso si se tratan de decisiones no pactadas)

Las investigaciones demuestran que los niños son más propensos a auto controlarse cuando sus padres están dispuestos a negociar y a cambiar sus ideas en respuesta a los argumentos de sus hijos.

Solo cuando le damos la oportunidad a nuestros hijos de «practicar» una habilidad como la negociación y la toma de decisiones conjunta ellos se hacen responsables y aprenden la importancia de respetar dichos acuerdos. 

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